31 may 2010

La canción más fea del mundo

Bebía a intervalos de tres noches por semana, procurando que éstos cuadrasen consecutivos. Salía a bailar buscando el agotamiento, llegando a mi habitación sólo con fuerzas suficientes para desnudarme antes de cerrar los ojos. Me cruzaba conmigo mismo en el camino de vuelta a casa, atónito, que siempre coincidía con las primeras luces del día. Las noches sabían a soledad y a sinrazón en la medida de lo razonable; dolía notar media cama vacía. Los anhelos y pesadillas que amenazaban mis horas rara vez eran descargados. Prefería digerirlos para no sentirme más solo, para no sentirme peor. A veces hasta me identificaba con la gente que me miraba, sintiendo como podía a mirarme a mí mismo desde sus ojos, ajenos a todo lo que rondaba mi cabeza.



Hay que llamar a las cosas por su nombre; esto acabó en el momento en que empezó.

5 comentarios:

Ana Pérez Martínez dijo...

Me gusta la manera que tienes de escribir...
Te sigo! ;)

Albuu. dijo...

En el centro algún bar estará abierto, luces horteras decoran el local, suena la canción mas fea del mundo...

me gusta el texto, si si :)

Natalia dijo...

Esa última frase es genial, Guille.

Raúl dijo...

me encanta esta cancion, si señor

Pablo Canedo dijo...

Ramón es dios. Pero nunca me viene a ver ¬¬

¡Cómo estais todos con Zahara, lavida! xD